La memoria es el centinela del cerebro. (William Shakespeare)

La memoria es el centinela del cerebro. (William Shakespeare)

La memoria es el centinela del cerebro. (William Shakespeare)

Hoy 21 de septiembre, como cada año, se celebra el día mundial del Alzheimer, la demencia con mayor prevalencia a nivel mundial. Sin embargo, a pesar de todo lo que se sabe sobre esta enfermedad, desde los centros donde se atiende a personas con alteraciones cognitivas, como las demencias, hemos visto como la repercusión de esta dolencia no ha hecho más que empeorar a raíz de la pandemia, y no parece que sea simplemente una sensación subjetiva de los profesionales y de las familias en las que hay individuos con una patología neurológica, la neuropsicóloga de NEURAT, Iria Portela Mayo, también ha registrado un aumento importante de demandas de valoraciones para confirmar o descartar la presencia de deterioro cognitivo, con resultados desfavorables en prácticamente todos los casos.

Esta sospecha se vuelve cada vez más una certeza cuando además, nos encontramos con artículos de divulgación como la entrevista publicada hoy mismo por el Diario de Pontevedra, donde el jefe de neurología del CHUP comenta: “antes de la pandemia los pacientes con deterioro cognitivo eran entre el 20 y 25% del total (de personas que acuden al servicio de neurología), ahora han aumentado hasta el 60 o 70%”.

Y es que con la polémica aprobación del fármaco Adulhem, cuyo precio lo hace inasequible para la mayor parte de la población, cuyos resultados en la fase de investigación son, al parecer, cuestionables, queda de manifiesto que la mejor forma de luchar contra esta enfermedad a día de hoy es la prevención.

La bibliografía existente hasta ahora remarca la importancia de potenciar nuestra reserva cognitiva, el ejercicio físico y otros hábitos de vida saludables, mantenerse activo mentalmente, participando en actividades lúdicas, variadas y muy importante, mantener las redes sociales y el contacto frecuente con diferentes personas. Actividades que se han visto significativamente perjudicadas con la irrupción de la COVID-19 en nuestras vidas.

Con esto queremos animar a las personas a ir aprendiendo a retomar los hábitos de vida que teníamos antes de esta pandemia y que nos protegen de estas enfermedades, poco a poco, con mucha prudencia, ya que el virus sigue ahí, da igual si ya presentamos síntomas o si estamos totalmente sanos, asimismo, deberíamos empeza a incluir nuevas actividades con las que sigamos experimentando y aprendiendo cosas nuevas, escapando de la monotonía y el sedentarismo y sin olvidar que el mejor tratamiento para un cerebro es estar conectado con otros cerebros.

Otro motivo para seguir pensando que si nos mantenemos unidos, como sociedad, lograremos superar antes muchas de nuestras dolencias. Vamos a recuperar el tiempo que nos ha hecho perder la COVID-19 para seguir ganándole tiempo a esta terrible enfermedad que hoy intentamos hacer un poco más visible.

Iria Portela Mayo