
El déficit de atención
Nuestra psicóloga Susana Redondo ha querido escribir el siguiente post.
Hola, quiero empezar este post hablando de un tema que a menudo preocupa y que con frecuencia es motivo de consulta, el déficit de atención.
La atención es el mecanismo de acceso para llevar a cabo cualquier actividad mental y funciona como un sistema de filtro capaz de seleccionar, priorizar, procesar y supervisar informaciones. El sistema nervioso recibe continuamente gran cantidad de estímulos tanto propioceptivos, que proceden del organismo, como exteroceptivos, que provienen del entorno.
El cerebro tiene una capacidad de procesamiento limitada, por lo que se produce un desfase negativo entre la mayor cantidad de estímulos que acceden al sistema nervioso y su menor capacidad para procesar todas las informaciones que recibe. Por este motivo, es necesario que exista un sistema capaz de establecer prioridades, seleccionando secuencialmente los estímulos, filtrando los que son necesarios y desechando los irrelevantes. Además de ser el mecanismo que permite llevar a cabo cualquier actividad mental de manera eficiente, se puede afirmar que la atención ejerce una función prioritaria para la supervivencia, ya que si no existiera un sistema de recepción y selección de estímulos, sería imposible responder adecuadamente a las demandas del entorno.
Los trastornos de atención son la consecuencia habitual en el daño cerebral adquirido, pero también se aprecian alteraciones atencionales en cuadros muy diversos como el envejecimiento, la demencia, el deterioro cognitivo leve y los trastornos del desarrollo.
Las alteraciones de la atención siempre interfieren el rendimiento cognitivo, ya que limitan la eficiencia de numerosos dominios como la memoria, el lenguaje, la percepción o el funcionamiento ejecutivo.
A la hora de preparar un programa de estimulación de la atención hay que tener en cuenta las siguientes pautas, como base de cualquier programa terapéutico:
a) Se deben programar ejercicios breves para evitar la fatiga, ya que las personas con déficits atencionales tienen dificultad para mantener el foco atencional de modo sostenido. Por otra parte, la excesiva duración de ejercicios que requieren esfuerzo atencional muy prolongado puede producir desmotivación en el sujeto, facilitando el abandono de la tarea.
b) Hay que programar la sesión empezando por estimular las modalidades más básicas de la atención, pasando después a rehabilitar los componentes atencionales más complejos. Primero se empezará a trabajar la atención de un modo global, tratando de que mejore el nivel de alerta y activación, así como la capacidad para atender a un determinado estímulo; posteriormente se empezarán a trabajar las distintas modalidades de atención, siempre en orden ascendente, de menor a mayor dificultad: sostenida, alternante y dividida.
c) Aceptando las premisas anteriores, dentro de cada sesión se deben incluir las tareas de mayor complejidad al comienzo de la misma, ya que el sujeto está más descansado y tiene un mayor grado de concentración. Dentro de la modalidad de atención que estemos rehabilitando en cada momento, las tareas más sencillas se deben realizar al final de la sesión, ya que el nivel de fatiga habrá aumentado.
d) Reducir al máximo el número de estímulos distractores en la sala donde se realice la estimulación, así como en el entorno habitual del sujeto, para evitar la dispersión atencional.
e) Simplificar al máximo las instrucciones para realizar un determinado ejercicio de estimulación de la atención; es aconsejable que la cantidad de información que se suministre sea específica para facilitar la realización exitosa del ejercicio.
f) Facilitar la respuesta exitosa empleando distintas ayudas, como, por ejemplo: incrementar el tiempo de realización de la tarea, ofrecer ayudas verbales y establecer periodos de descanso después de cada actividad, si es necesario.
g) Utilizar estrategias multisensoriales para mejorar la atención. La mayoría de los ejercicios para estimular la atención se realizan mediante presentación visual. Sin embargo, es aconsejable realizar ejercicios de estimulación y refuerzo atencional a través de otros canales sensoriales, mediante la estimulación táctil, auditiva, cinestésica y propioceptiva. La utilización auditiva de ejercicios que exijan una doble modalidad de respuesta de modo simultáneo (visual, , táctil) siempre mejorarán más la capacidad atencional que los ejercicios perceptivos realizados a través de una sola modalidad sensorial.
h) Realizar tareas variadas, alternándolas para evitar la distracción y aumentar la motivación. La realización repetitiva de un mismo tipo de ejercicios en cada sesión produce pérdida de motivación, siendo aconsejable variar las tareas.
Susana Redondo